EL AMOR CORTES EN LA LITERATURA MEDIEVAL HISPANICA

 El análisis de las obras de las obras medievales hispánicas revela varios rasgos salientes del amor cortés.

En primer lugar, el amor es naturalmente cortés, exigiendo cierto grado de nobleza en el hombre y la mujer, en linaje y en conducta. El amante posee un complejo de cualidades admirables o, al menos, piensa que debe poseerlas. 

La fuerza del amor, en segundo lugar, no sólo presenta a la amada como admirable sino que engendra a su vez virtud en el amante.

Como tercer rasgo, señalaremos que aun cuando no se excluya el matrimonio, no se alude frecuentemente a él, sin que esto quiera significar que el amor es siempre adúltero.

De otra parte, el objetivo del amante va encaminado, frecuentemente, a lograr el trato sexual dentro o fuera del matrimonio.




El amor cortés (quinto distintivo) es un amor frustrado, sea por la imposibilidad de la consumación (lo que ocurre, con llamativa frecuencia, por la influencia del libro de Andreas Capellanus tal vez; si bien la prescripción de la intimidad física que llega casi al punto del trato, encuentra poco apoyo en la literatura hispánica), sea porque el desastre sigue inmediatamente a la consumación.

En sexto lugar, el amor cortés es trágico y no cómico, a causa de ese sino fatal y también de las teorías médicas en boga, aunque abunde el tratamiento cómico de asuntos sexuales en la literatura medieval española.

Se da con frecuencia (séptimas de las características señaladas) una transposición al amor sexual de las emociones y de la imaginería religiosa.

Como octavo rasgo, el amante reconoce muy sinceramente su inferioridad con respecto a su dama, al margen de que sea objetivamente inferior.

La pasión del amante puede ser plenamente correspondida por su dama.

Por último, los amantes tratan generalmente de encubrir el secreto de su amor.


A. D. Deyermond: HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA. LA EDAD MEDIA

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