LOS NORMANDOS Y LAS CATEDRALES GÓTICAS

 

El segundo camino de penetración de la antigua tradición religiosa de los godos en la arquitectura medieval fue el camino normando. Las primeras incursiones marítimas escandinavas sobre Avranches, Coutances, Bayeux, Lisieux y Évreux, quedan señaladas ya en el período que se extiende entre los siglos IV y VII.

En el siglo X tenemos la instalación masiva después del tratado de Saint-Clair-sur-Epte (911), mediante el cual Carlos el Simple hizo del escandinavo Rawulf, que en Francia se denominó Rollon, el primer duque de Normandía mediante una conversión más que sumaria al cristianismo, que apenas se tradujo en el cambio de su nombre -que significa "lobo sagrado"- por el de Robert. Vino luego la conquista de Inglaterra.

Los invasores escandinavos adeptos de Wotan llevaban en sus drakkars a sus sacerdotisas y a sus constructores navales. Tras su conversión al cristianismo, las primeras iglesias que construyeron en Normandía e Inglaterra eran a la imagen de las primeras iglesias cristianas: en madera y en forma de barco invertido.



La conversión de estos adeptos de la religión de los Ases fue más aparente que real. No esgrimamos la falta de sinceridad allá donde sólo intervenía un factor completamente natural y bien conocido: la imposibilidad, para un pueblo, de trocar, de la noche a la mañana, sus creencias y sus culturas ancestrales por otras que le eran completamente extrañas.

En todo caso, ahí está el hecho: al examinar detenidamente los obituarios y leer las inscripciones de piedras de tumbas, se puede comprobar que la casi totalidad de los obispos-arquitectos que presidieron la construcción de las primeras iglesias y luego de las primeras catedrales góticas de Normandía, llevan no sólo nombres escandinavos, sino también de iniciados odinistas.

Así, ya por el camino meridional a través del sur de Francia y de España, ya por el normando, la tradición (tanto arquitectónica como religiosa) de los godos, nos lleva a través del arte románico hacia el arte llamado, con todo derecho, gótico. Porque los constructores de catedrales no trataban de crear un estilo nuevo. Aunque lo hubieran querido hacer, no habrían podido.

Lo que querían era sólo transmitir el mensaje fijado hieráticamente en el arte románico, en una forma que les parecía más accesible, más explícita. Querían coronar el arte románico, pero jamás abolirlo.

El románico era más estático y más intelectual. El gótico es más dinámico y más afectivo; pero tanto el uno como el otro ilustran la misma tradición. Como escribió Louis Charpentier, "lo visigodo perdura en el gótico".


Gerárd de Sède: EL MISTERIO GÓTICO


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