EL DUALISMO CÉLTICO, CÁTAROS Y TROVADORES

 

El dualismo entre espíritu y materia parecería ser una característica fundamental del druidismo céltico, incluyendo los celtíberos.

Según Otto Rahn, "la teogonía celtíbera parece haber sido dualista, la teogonía céltica lo era. Recién con la dominación romana se convirtió en politeísta, manteniéndose aún bajo su forma original durante varios más en los valles recónditos, inaccesibles y en las alturas de los Pirineos".

Para ese estudioso alemán existe continuidad entre el dualismo de la religión céltica y el dualismo de los cátaros medievales. En sus palabras, "los druidas y los vates se convirtieron en cátaros y los barcos en trovadores".




Debido a la oposición radical entre espíritu y materia, los druidas de la Antigüedad tardía no podían aceptar el mito de la encarnación de Jesucristo. Por eso habrían adoptado el priscilianismo, variante del cristianismo considerado herético por la iglesia romana surgido en España durante el siglo IV. La doctrina de Prisciliano se expandió -antes de ser aniquilada- por la península ibérica y Occitania (el sur de la actual Francia), donde florecería el catarismo en los siglos XII y XIII y la poesía trovadoresca que exaltaba el amor supremo (Minne) hacia la Dama, que podría simbolizar a la iglesia cátara presidida por los Perfectos.

De la misma manera que la religión céltica se había refugiado, tras el triunfo de los ejércitos romanos, en valles inaccesibles, montañas y cuevas o grutas, lo mismo haría el catarismo luego de la cruzada que se desencadenó sobre él, con la unión del papado y el rey de Francia, a principios del siglo XIII. 

Las grutas más célebres donde sobrevivió durante más de un siglo el catarismo fueron las de zona pirenaica de Ariège, en el sudeste de Occitania. (*)

La relación entre cátaros y trovadores se asocia así mismo con la identidad entre poesía y plegaria religiosa en la Romania medieval, y la correspondiente asociación del poeta con el sacerdote, el agente de lo sagrado. Estos últimos encuentran en la montaña y en los bosques el templo natural. Al respecto escribe Otto Rahn en CRUZADA CONTRA EL GRIAL:

"Desde siempre, poetas y sacerdotes han amado de manera reverencial a las montañas. Es en ellas donde nos hallamos más cerca de Dios."

-----------------

(*) Por ejemplo, la gruta de Fontanet ("la pequeña fuente" o "pequeño manantial"), en cuyo interior se destacaba una gran estalagmita (piedra alargada y puntiaguda dispuesta verticalmente y formada por las gotas de agua carbonatada que caen del techo) blanca como la nieve.


Greg Haedowm



Comentarios

Entradas populares de este blog

LAS CARRETERAS ROMANAS, LAS PIEDRAS MILIARIAS Y LA MANERA DE CONSTRUIRLAS

¿CUÁNDO SURGIÓ EL JUDAÍSMO?

JOSEPH CAMPBELL Y LA MITOLOGÍA