EL PENSAMIENTO O COSMOVISIÓN TEMPLARIA EN JOSÉ IMBELLONI

 Desde la época de los cronistas españoles (a quienes se podría considerar como fundadores de la etnografía, más allá de los antecedentes que podemos encontrar en la Antigüedad) que describieron las culturas amerindias con las cuales se encontraban, se observó la reiteración de ciertos elementos fundamentales en las cosmovisiones de pueblos separados en el tiempo y en el espacio.

Al respecto escribió Ricardo Orta Nadal:

Entre tales elementos que se reiteran en los diferentes relatos tradicionales llamó la atención el mito del diluvio, el de las 4 Edades del mundo y la del número 4 como clasificador. Elementos que constituyen el núcleo fundamental del conocimiento humano.

Diversas personalidades en distintas épocas habían reparado en algunos elementos aislados y sospechado cierta relación sistémica.

El anónimo indígena redactor del poema guatemalteco conocido como POPOL VUH confiesa que gracias al cristianismo ha logrado entender las expresiones que su propia tradición le ofrecía "ocultas como en las tinieblas, de tal manera que ahora las vemos explicadas con claridad en nuestra existencia".

El que escribió estas palabras -dice Imbelloni- intuía que la ola confesional llegada poco antes a sus tierras estaba cargada de las mismas savias contenidas en la tradición nativa, y una con otra se integraban.

El cronista de México Fray Toribio de Benavente, llamado Motolinía, sospechó cierta relación entre las 5 Edades de la tradición mexicana, las 6 de la concepción cristiana y las 4 de la división poética clásica.




El P. de los Ríos, compilador y comentarista del Códice Vaticano A. Nº3738, ha dado un paso más. No sólo interpreta las edades mexicanas a la luz de las de Hesíodo, sino descubre la conexión de sus respectivos enfoques al afirmar que la Edad "Cabeza Amarilla" es como decir la "Edad de Oro", y así continuando.

La tradición mexicana de los Estados o Soles, conservada en antiguos códices, relatada por los diversos cronistas y grabada en la vetusta Piedra de los Soles o "Calendario Azteca", ha llamado la atención a muchos estudiosos. Todos lo hicieron con propósitos de reconstrucción calendárica y astrológica en primer término, y aunque a menudo lograsen evidenciar la conexión de las Edades con los puntos cardinales, los colores, las estaciones del año, etc., nunca, sin embargo, llegaron a brindarnos una reconstrucción total de la doctrina que se nos describe hoy integralmente bajo el nombre de PENSAMIENTO TEMPLARIO. 


Ricardo Orta Nadal: EL PANORAMA MENTAL DE LA PROHISTORIA EN JOSÉ IMBELLONI

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