POZOS Y FUENTES SAGRADOS
Dionisio, en la antigua Grecia, íntimamente unido a la adoración a la serpiente curativa, concedió al rey Midas el don de convertir en oro todo cuando tocara.
Pero el pobre rey Midas convirtió hasta a su propia hija en oro.
El único modo que el rey tenía para "curarse a sí mismo" del don de la serpiente era encontrar y bañarse en una fuente sagrada.
En este procedimiento de curación, el vínculo entre el simbolismo de la serpiente y el agua es de una importancia suprema, ya que la historia nos enseña que los regalos de la serpiente no son siempre dignos de ser deseados.
Lo mismo sucede con el Grial pero de un modo invertido: quienes lo desean nunca podrán tenerlo.
Los pozos sagrados se encuentran a lo largo y ancho de toda Europa, lugares sagrados de un tiempo ya pasado, ahora cristianizados sin que puedan ser reconocibles. En mucho de estos lugares se han encontrado indicios que demuestran que la práctica de sacrificios, tanto humanos como de animales, estaba extendida en los tiempos paganos.
Hoy en día, muchas de estas fuentes están aún decoradas con ofrendas a la Tierra, con imágenes de flores o verduras. Para nuestros antepasados tales rituales eran solemnes y tenían un significado profundo.
El pozo era el espíritu del dios serpiente, y realizar un sacrificio en honor de este dios era asegurarse la fertilidad y la salud.
Las fuentes en Europa estuvieron siempre relacionadas con los dioses y las diosas serpiente, divinidades curativas del pasado. En muchos de estos lugares sagrados, los arqueólogos han descubierto ofrendas de ropa. Se trata de un procedimiento de asociación.
Este tipo de acercamiento humano a lo desconocido nos revela los atributos únicos del "árbol" y del "agua" que se descubren en la mitología de la serpiente, común a todas las culturas.
El dios serpiente -como Odín, Jesús y tantos otros- es clavado a un árbol como sacrificio, motivo que más tarde retomarán los alquimistas.
Philip Gardiner - Gary Osborn: EL GRIAL Y LA SERPIENTE

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