LOS FRANCOS

 

La transformación de una pluralidad de pueblos totalmente independientes en una nación unida, aunque geográficamente dividida aún en dos grandes grupos, puede considerarse consumada en el momento en que , en el primer cuarto del siglo V, los francos llamaron a las puertas de las Galias.

Tenemos pruebas de que ya a fines del siglo IV los francos tenían reyes. 

La obra de Clodoveo fue ensalzada y sus méritos muy exagerados por el clero católico a causa de la conversión de este rey al catolicismo.

Su imagen ha dejado en la penumbra todo lo que ocurrió antes de él. Por lo tanto, merece atención especial lo poco que de ello conservamos todavía.

Childerico, padre de Clodoveo, había luchado contra los visigodos y también contra los sajones y alamanos, por lo cual los romanos le asignaron más provincias.

Este rey intentó expulsar a Egidio, representante del poder romano en las Galias. De esta manera, la trayectoria que había de seguir la política de expansión franca estaba trazada ya antes de que ésta comenzara.

No debe olvidarse que cuando sucedió a su padre, Clodoveo era aún un muchacho de 15 años.

Von Sybel quiso ver en Childerico un simple príncipe de centena franco, que no había sido en su patria más que el primogénito de un linaje insignificante y que debía su encubrimiento exclusivamente a sus servicios prestados a Roma.

Junghans adoptó un punto de vista diametralmente opuesto, sosteniendo que Childerico no había luchado como funcionario de Roma, sino como aliado del Imperio.

Tampoco debe olvidarse que, mientras tanto, otras tribus francas habían atravesado el Rin, llegando hasta el Mosela y tomando posesión de la región circundante.

Así, la reunión de todos los grupos nacionales y la incorporación de otras tribus germánicas después de eliminados los últimos restos de la soberanía romana, fueron hechos que llevó a cabo Clodoveo como remate de la herencia que le dejara su padre Childerico.

Por ende, la fundación del reino franco fue un proceso lento y sucesivo, sin que pueda decirse que se lograra repentinamente durante el reinado de Childerico, aunque éste hubiese allanado a su sucesor el camino que había de conducirle a su emancipación total de Roma

Clodoveo conservó al principio los vínculos antiguos que unían a su pueblo con Roma, pero cosechó lo que su padre había sembrado.

Entre los francos siguió habiendo numerosos régulos de distrito y de tribu, hasta que Clodoveo los suprimió violentamente, fundando una monarquía única y vigorosa.

Algo análogo se había producido antes entre los alamanos, pues en esta nación 14 o 17 régulos de distrito o de tribu habían quedado sometidos a un sólo en un tiempo no muy superior a cien años (357-486).

Alfons Dopsch: FUNDAMENTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES DE LA CULTURA EUROPEA