ALGUNOS GRUPOS INICIÁTICOS RELACIONADOS CON EL ISLAM. LOS ASESINOS
Cuando hablamos de sociedades secretas musulmanas, nos vienen a la memoria un nombre: el de los legendarios "Asesinos", que son en realidad una rama o desviación de los ismailitas persas, y cuya secta especial fue fundada por el famoso Hassan-ben-Sabbah, nativo de la región persa de Khorassan..
En la escuela de Nischapour, tuvo él como condiscípulos al futuro poeta místico y astrónomo Omar Khayam, y también a Nizam-ul-Mulk, quien llegaría a ser Gran Visir y quien concedería en su día grandes dignidades al propio Hassan-ben-Sabbah.
Ya de mayor, este último cayó en desgracia como resultado de sus intrigas políticas y debió exiliarse en Egipto, donde abrazó la fe ismailita. Ya de regreso en Persia, se dedicó a propagar sus nuevas ideas religiosas, consiguiendo en poco tiempo un gran número de fieles.
En 1090, Hassan se apoderó de la fortaleza de Alamut, en las montañas del norte de Irán o Persia, y se convirtió así en "El Viejo de la Montaña" (Cheik al Jebal).
Hassan murió en 1124, a los 90 años aproximadamente. Según la tradición, "El Viejo de la Montaña" y sus sucesores lograron rodearse de un gran número de seguidores, fanáticos sin límites.
Un estupefaciente, el hachisch (de donde procede el nombre de los hachischmins, traducido como "asesinos"), parece haber sido la clave de tan fanática y ciega obediencia.
Según cuenta la leyenda, Hassan había sabiamente preparado, entre aquellas montañas, un delicioso valle, donde los neófitos, tras de haber sido previamente drogados, eran conducidos, y donde permanecían unos inolvidables días, entre jardines maravillosos, gozando de toda las delicias que los sentidos pueden proporcionar.
Luego, drogados otra vez, eran llevados a la fortaleza, donde "El Viejo de la Montaña" les manifestaba que ellos, afortunados, acababan de entrever el paraíso al que su alma se dirigiría rauda, tras la muerte del cuerpo.
Y gracias a esta hábil puesta en escena -completada por un tratamiento psicológico, hábilmente graduado- el Gran Maestro logró hacerse con más de 40.000 fieles seguidores, que le obedecían sin rechistar más allá de la vida y de la muerte.
Todos estos relatos sensacionalistas han sido repetidos hasta la saciedad por los más acérrimos enemigos de los ismailitas: la dinastía abásida y los ortodoxos musulmanes.
Incluso el mismo nombre de "asesinos" produce verdadera indignación entre los ismailitas. Creemos que la Historia haría mejor en hablar de los ismailitas de Alamut, cuando quiera referirse a este grupo.
Si bien es cierto que Hassan y sus sucesores tuvieron en su actuación móviles militares y políticos, no es menos cierto que este movimiento tendía hacia la mística y el esoterismo. Los famosos jardines parecen haber tenido un sentido alegórico, como de simple representación de los diversos y reales paraísos que podría contemplar el alma en el transcurso de la iluminación teosófica.
Cuando se estudia a estos hombres, prescindiendo de las calumnias que sobre ellos se han ido volcando, como una verdadera "caballería" musulmana, como una Orden de Caballería depositaria de unas doctrinas gnósticas francamente profundas.
"Assacine", señala Probst-Biraben, es en realidad el plural del nombre árabe "Assas", cuyo significado es "guardián" (en lugar de la corriente y ya vulgar equiparación, errónea, de "assacine" con "assasins", asesinos, en francés).
Así, los Assacines o hermanos guardianes, recibieron este nombre porque ellos tenían como objetivo primordial la protección y custodia de la Tierra Santa, el centro, el eje del mundo espiritual, de la Montaña Mística, lo que viene a explicar el título de su Gran Maestre, el Cheik el Djebel, interpretado libre y erróneamente por los europeos como "El Viejo de la Montaña" en lugar de "El Señor de la Montaña".
Serge Hutin: HISTORIA MUNDIAL DE LAS SECTAS
Comentarios
Publicar un comentario